En Pasto y Nariño, muchos niños y niñas con discapacidad enfrentan una dura realidad: viven en condiciones de extrema vulnerabilidad, pobreza y sin el apoyo adecuado del sistema de salud. Estos pequeños, necesitan todo nuestro amor y cuidado, sufren a diario por la falta de recursos tan básicos alimentación adecuada, artículos de aseo que incluyan paquete de pañales, como una silla de ruedas que facilite su movilidad.